martes, 28 de agosto de 2012

San Luis, rey de Francia y la presencia de los trinitarios en Fontainebleau

Santos de la Orden Trinitaria. San Luis en
primer plano a la izquierda con la cruz en
mano. Foto: Fr. Sergio Pereira.
Preguntan desde Benicasim - España:
¿Era san Luis , terciario carmelita y estuvieron estos en el palacio real de Fontainebleau?

En una conversación con un amigo, a propósito de la memoria de san Luis, rey de Francia, a quien los trinitarios veneramos como terciario, salió el tema del palacio y monasterio real de Fontainebleau.

Comenté que san Luis había favorecido a los trinitarios con varias fundaciones en Francia, de las cuales las más importante era el hospital y convento del palacio real de Fontainebleau.

A manera de juego, el amigo me dijo que ese palacio había pertenecido a los carmelitas, pues al parecer alguna leyenda de esa orden religiosa, así lo afirmaba.

La respuesta no se hizo esperar. Comprendo que del siglo XV al XVIII, las órdenes religiosas buscaban y narraban hechos fantásticos sobre sus orígenes y sobre el desarrollo de su "gloriosa historia". De hecho, a los trinitarios también les picó ese bicho de las leyendas, algunas de las cuales están tan bien elaboradas, que pueden pasar como verdaderas e incluso pueden tener algo de cierto en el fondo, pero otras definitivamente no lo son. Por ejemplo, amigo lector ¿Sabía usted que san Roque fue trinitario? Pues yo no lo sabía hasta que tomé un libro que data de la época de "las glorias de la Orden", hoy por hoy, con las nuevas investigaciones, sabemos que no es así.

Sin entrar a hacer juicios, pienso que las órdenes -principalmente calzadas-, en este tiempo histórico, buscaban, narrando sus glorias, huir de la Reforma que se les venía encima, pero, para no entrar en "camisa de once balas", mejor salgo por la tangente y digo que eso es tema de otro estudio.

    
San Luis, rey de Francia.
Imagen: blog Prelatura Caraveli.
San Luis, rey de Francia
Nació el 25 de abril de 1214. Subió al trono de Francia a la edad de 12 años, a causa de la muerte inesperada de su padre. Asumió las tareas de gobierno bajo la tutela de su madre Doña Blanca de Castilla. Se caracterizó por ser un rey pío, sabio y justo. Educó cristianamente a sus 11 hijos.

Lo que más resalta en la figura de este personaje es su respeto por la Iglesia y su amor por Dios. A causa de ello, organizó dos cruzadas. En la primera (1248-1254), después de la derrota de Mansurah en 1250, fue hecho prisionero. En la segunda, engañado por el rey de Sicilia, vio su ejército completamente aniquilado por la peste. A causa de dicha enfermedad murió en Cartago, el 25 de agosto de 1270. Fue canonizado por el papa Bonifacio VIII en 1297.

Relación de san Luis con la Orden Trinitaria y fundación del convento trinitario en el palacio de Fontainebleau
El rey francés, favoreció a la Orden con nuevas fundaciones y generosas donaciones, de las cuales se beneficiaron principalmente los conventos de Montagne, Clermont-en Beauvais, París y Campiègne. Obtuvo para la misma, la fundación del hospital de De bellis Portis (Fuentes 1256) y la parroquia de san Quintín (1258). Regaló al convento de san Maturino en París, una –supuesta- reliquia de la Santa Espina de Cristo (mayo de 1260).

Nombró a los Trinitarios Capellanes de la Real Capilla del palacio de Fontenebleau (por Aprobación del papa Alejandro IV con la bula “Procedit ex Sincere” del 12 de mayo de 1257) y les construyó un convento dentro del mismo palacio (bula de acogida de los monasterios y bienes de la Orden Alejandro IV, 1257).

El aprecio y la confianza que sentía hacia los trinitarios, les mereció a estos, aparte de ser sus capellanes, el nombrarlos en varias ocasiones sus embajadores ante las cortes de Castilla y Aragón y al hacerse acompañar por ellos en sus expediciones cruzadas. Fr. Nicolás Gallus, Ministro General de la Orden le acompañó en su primera expedición a Egipto y llevó consigo a otro trinitario como confesor de cautivos. (1249-1250)

Cuando el santo rey recobró su libertad, el mismo fr. Nicolás le acompañó en su visita a los Lugares Santos (1250). 

Un trinitario es quien le asiste en su muerte en Cartago, 1270: fr. Juan de Douai, el cual estaba con él en la segunda cruzada en calidad de confesor. En su testamento, deja bienes a algunas órdenes religiosas. A los Trinitarios les dejó 70 libras para el convento de Fontainebleau, otras 70 para el convento de San Maturino y 100 para los demás conventos de Francia.

Terciario trinitario
San Luis, ciertamente era terciario franciscano, trinitario, cisterciense, etc y algunas órdenes como los dominicos y carmelitas, lo veneraban como tal por los favores que de él recibieron.

Es menester aclarar que la Orden Trinitaria no tenía en sus orígenes órdenes terceras, como en el caso de los franciscanos, porque la Orden Trinitaria no era una orden mendicante y ese privilegio si que comenzó con los franciscanos y se extendió a las demás órdenes mendicantes. Los trinitarios fuimos hasta la reforma (los calzados hasta su desaparición) una especie de “canónigos regulares”, por lo cual no gozó de ese privilegio. Esto no quiere decir que antes no se tuvieran laicos, lo que sucede es que es un tema muy extenso para tratarlo en este momento, a algunos de estos se les llamaban “afiliados”, algo así como: “hijos espirituales de la Orden”, con ese título podían participar ciertas personas -especialmente bienhechores- de todos los privilegios e indulgencias de la Orden.

Tal es el caso de san Luis, a quien por sus beneficios y gran aprecio a los trinitarios, el Ministro General fr. Nicolás Gallus con el Capítulo General de Cerfroid del 11 de junio de 1256, le concedieron la afiliación espiritual a la Orden, con la participación completa de todos los beneficios espirituales, para él y todos sus familiares. Los afiliados a la Orden –luego de su canonización- al igual que las órdenes terceras de otras familias religiosas le tomaron como santo patrono. En la actualidad es considerado el patrono tradicional de la Orden Secular Trinitaria y aunque su culto se mantiene en el calendario trinitario, ha sido desplazado un poco por las beatas Ana María Taigi e Isabel Canori Mora, terciarias trinitarias propiamente dicho.

Importancia del convento de Fontainebleau
Debido a que los trinitarios de Fontainebleau se encargaban de los servicios religiosos de palacio real, no demoró en convertirse en una de las casas más importantes de la orden, después de la de san Maturino en París y la de cerfroid, e incluso desplazando en importancia a esta última.

Vista aérea del palacio de Fontainebleau.
Foto: Foro Cercar.
El Ministro general de la Orden y el Ministro de la casa de Fontainebleau, eran los únicos religiosos que ostentaban el título de conserjes y limosneros reales, a quienes en muchas ocasiones, algunos reyes como Luis XIII y Luis "el grande" les consultaban sobre los negocios más espinosos del reino.

Personajes ilustres de esta casa son: fr. Pedro Dan, quien dirigió dos célebres redenciones (la de Argel en 1634 y la de Túnez en 1635) y fr. Lebel, quien intercedió -fallidamente- por el marquez de Monaldeschi ante la reina Cristina de Suecia, para que le perdonara la vida.

Conclusión
Me declaro desconocedor de la historia de los carmelitas y prefiero callar ante lo que no se, por respeto y por prudencia. Por lo tanto si san Luis, rey de Francia, fue terciario carmelita o no, no lo puedo comprobar. Es posible que al igual que los trinitarios ellos hallan hecho una "afiliación" -por llamarlo así- al santo, por los grandes beneficios que hayan recibido de él.

Pero lo que si puedo asegurar, es que los carmelitas en ningún momento estuvieron en el palacio de Fontainebleau, creo que lo que hemos leído hasta aquí lo demuestra. Al parecer, por algo que encontré en internet, si tuvieron un convento en Fontainebleau (la ciudad), pero no en el palacio real.

Por si aún quedan dudas de la presencia trinitaria en dicha casa, podemos consultar los siguientes documentos que tratan sobre la historia del convento:

DAN, P., Célebre historia de puertos de África y de la casa real de Fontainebleau, 1637.
DAN, P., El tesoro de las maravillas de la casa real de Fontainebleau, París, 1642.
Citados ambos en Biografía Eclesiástica Completa, volumen 4, p. 494.
ESTOURNET, O., Le nécrologe des Trinitaires de Fontainebleau, Fontainebleau 1905. 
GRIMALDI-HIERHOLTZ, R., Les Trinitaires de Fontainebleau et d'Avon, [Fontainebleau] 1990.
Citados ambos en www.trinitarios.org